CONOCE UN POCO MÁS SOBRE NUESTRO ICÓNICO TARRO

Carmex se creó en 1937 y desde sus inicios Paul Woelbing estuvo implicado en el diseño de los envases. Originariamente el tarro era blanco con la etiqueta en amarillo y las letras en negro. Este amarillo es la seña de identidad de Carmex y en 1975, este color pasó a teñir la tapa, de forma que se ha convertido en un artículo tan reconocible e icónico en todos los puntos de venta.

Pero hoy vamos a centrarnos en los colores, tan característicos de la marca.

La psicología de los colores en publicidad ayuda a conocer los códigos de comunicación no verbal y las sensaciones que provoca una determinada marca o producto en sus clientes reales y potenciales. Según esta teoría, según los colores que se utilicen se envían unos determinados mensajes u otros.

En el caso de Carmex, los colores corporativos son el amarillo, el rojo y el blanco, aunque los que más destacan son los dos primeros.

El color amarillo de las tapas de Carmex fue escogido por ser llamativo, aunque originariamente el amarillo se encontraba en las etiquetas de los tarros, como ya hemos comentado anteriormente. Es un color cálido, que se asocia al sol aunque también representa fuerza, alegría y voluntad. Al ser un color que causa impacto y que es llamativo, es muy utilizado en publicidad. Además, es el primer color que distingue el ojo humano.

El color rojo es el de la marca "Carmex" aunque como podemos ver en la imagen superior, no se implantó hasta bien entrada la década de los 90. De hecho, todavía se pueden ver tarritos que tienen el diseño de 1975 (lo que ello no significa que el producto que contengan sea de esa fecha :p). El rojo es un color primario, que se emplea mucho en publicidad y en marcas ya que transmite energía y vigor. Además es el color de la pasión y el amor.