Un beso apasionado transforma el cerebro
¡Seguimos
hablando de besos! Ya ha pasado San Valentín y hoy os traemos algo
que se produce cuando besamos. Ya dijimos que febrero es el mes del
amor y el mes perfecto para regalar muchísimos besos. Pero, ¿sabemos
qué ocurre en nuestro organismo cuando nos lanzamos a besar?
Realmente,
se da un fenómeno bioquímico que mide la compatibilidad de dos
personas. De este proceso forman parte una gran cantidad de
neurotransmisores y elementos químicos que experimenta el organismo
cuando la persona especial nos besa. Lo que se esconde detrás de
cada beso es... ¡una explosión y mezcla de sensaciones!
El
primer sentido que toma conciencia del beso es el olfato, cuando aún
no hemos tocado los labios de la otra persona. Las feromonas
segregan los aromas y se dice que somos genéticamente compatibles
cuando huele bien. Esta compatibilidad acaba durante el beso porque
hay otros sentidos, como el tacto o el gusto, involucrados que
también deben tomar protagonismo.
Un
sin fin de neotransmisores se activan cuando te lanzas a besar, como
la oxitocina, la dopamina, la serotonina, la
noradrelina y la endorfina. Es el efecto de la unión
de los labios, que revolucionan al cerebro a través de estas
hormonas. La dopamina produce en la persona motivación y
bienestar, además de ayudar a disminuir la obsesión por aquello que
es irrelevante.
¡Todo
con besos es mejor! Nos olvidamos de las preocupaciones, cambiamos
nuestro estado de ánimo... La noradrenalina es famosa por
crearnos una sensación inexplicable en el estómago, esas
mariposillas que aceleran nuestra respiración y el ritmo cardíaco.
Otras cualidades que nos aporta el besar son la seguridad y la
confianza. Es la oxitocina la que hace se den esos dos
factores, aunque se suele dar en una pareja ya forjada, no la primera
vez que das un beso. La serotonina genera placer y se ha
demostrado que se incrementa este neurotransmisor cuando una persona
siente deseo.
Pero
un beso no solo activa las neuronas sino que si nos lo da la persona
adecuada mejora el flujo sanguíneo cerebral. El intercambio de
saliva favorece al sistema inmunorológico que lo refuerza.
Así
que...¿a qué estás esperando? ¡Lánzate a besar! No olvides usar
tu Carmex favorito para hidratar tus labios antes de besar. ¡Todo
irá mucho mejor con tu bálsamo labial!
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