EVITEMOS LOS LABIOS AGRIETADOS CON CARMEX

Normalmente no prestamos atención a nuestros labios. Si no los cuidamos, nuestros labios sufren y se agrietan. Esto ocurre porque los labios tienen una piel muy delgada, que necesita estar siempre hidratada. Al resecarse más rápidamente que cualquier otra parte del cuerpo, debemos tener más cuidado con ellos.


El sol y el calor del verano, y el frío y el viento del invierno empeoran los labios. Tampoco es beneficioso para ellos el respirar con la boca abierta, probar comida y bebidas muy frías o muy calientes y no tomar suficiente agua. Todo esto hace que poco a poco vayan perdiendo la elasticidad que les aporta la humedad y se van abriendo pequeñas grietas hasta que finalmente los labios se parten, llegando incluso a sangrar.


Ante esta situación, podemos pensar que humedecer los labios con saliva es lo mejor. Pero no. La saliva humedece el labio momentáneamente, pero cuando se seca por el contacto con el viento, la saliva provoca que se agrieten aún más los labios. Tampoco es una buena idea morderse los labios o arrancarse los "pellejitos" que nos salen, porque esto debilita aún más la fina piel del labio.



Lo que debemos hacer para curarlos es usar un bálsamo labial hidratante como por ejemplo Carmex, que contiene humectantes naturales como la manteca de cacao o la lanolina que ayudan a recuperar la hidratación perdida. Este bálsamo actúa como una barrera para la piel del labio, protegiéndolos del clima y manteniéndolos hidratados. Además, Carmex tiene alcanfor y mentol, que ayudan a reducir la irritación de los labios ásperos y agrietados. 

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